Servicio a los damnificados del Sur
El sábado 1º de septiembre se realizó un servicio muy hermoso en un lugar de la periferia de Chincha, llamado La Garita. Se llevaron víveres con los aportes de los hermanos Sai de nuestro país y del extranjero. Así se iniciaba el primero de la serie de Servicios de Ayuda a nuestros hermanos damnificados por el terremoto que azotó al Sur Chico.
«El servicio es el más difícil de los nueve pasos hacia Dios. Es, básicamente, la acción que surge del anhelo por ganar la gracia de Dios. Es el paso más importante para borrar el ego. Sólo a través del servicio puede el ser humano conseguir el dominio de los sentidos, las pasiones y las predilecciones, y alcanzar a través de eso a la Divinidad. El Amor se expresa como servicio, y Dios es Amor.» Sai Baba
Aquel día muy temprano, un grupo de devotos se reunían desde las 6:30 a.m. y empezaban a cargar el microbús que nos conduciría a Chincha con Víveres, Frazadas, Utensilios, etc. De los reunidos, 11 abordamos el microbús y partimos a las 7:20 a.m.
Poblado en escombros
Conforme nos acercábamos a los lugares afectados, comenzamos a ver las imágenes que tantas veces nos había mostrado la TV, pero que ahora se convertían en realidad dolorosa. Llegamos a Chincha a la 11:40 am al colegio donde ya nos esperaban miembros del Área de Educación con el Director del Plantel Sr. Federico Sebastián, quien nos presentó al Sr. Mario Gonzáles, dirigente del Centro Poblado «La Garita», localidad situada en el Km. 213 de la Panamericana Sur. Con ellos nos dirigimos hacia allí.
Entrega de frazadas y víveres
Una vez en el lugar, nos encontramos con que casi todas las casas se habían derrumbado y que los habitantes, un total de 116 familias, se hallaban instalados en el campo deportivo pernoctando en carpas y construcciones rústicas de esteras y plásticos.
Procedimos a efectuar las coordinaciones para el reparto de cosas que habíamos llevado. Ellos habían organizado 5 Ollas Comunes; cuando les preguntamos si deseaban que los víveres los repartiéramos a cada olla común, al unísono y en una demostración de la solidaridad que los embargaba, respondieron que no era necesario, que todo lo juntáramos en su improvisado almacén. Luego se repartieron las frazadas, una por familia. Después un grupo se dedicó a armar la carpa para 8 personas, la que fue entregada a una familia que lo había perdido todo.
Mientras tanto los integrantes del Área de Educación desarrollaban actividades deportivas y de entretenimiento para los niños y adolescentes. Las madres también participaron en apropiadas actividades de esparcimiento.
Actividades de Educación
Estamos muy contentos porque sentimos que Dios estuvo con nosotros en todo momento. Vimos Su sonrisa en cada niño y joven. Vimos la alegría en sus rostros y eso es bastante para hacerles olvidar los angustiosos momentos del terremoto.
Se realizaron dos partidos de fútbol simultáneamente. Además, los niños saltaron soga, hicieron carreras de encostalados y carreras de postas, así como partidos de Volleyball. Se conversó con los adolescentes, intercambiando sus impresiones sobre lo vivido durante el sismo.
Casi todos expresaron que sintieron gran angustia cuando esto sucedió. Y lo que fue peor, es que algunos no bien dejaban su casa corriendo, a ésta se le caían las paredes y techos y en otros casos, se rajaban las paredes. Un joven contó que su hermanito estaba durmiendo y tuvo que regresar a sacarlo e inmediatamente después se cayó su casa. Tuvimos momentos de reflexión, que nos ayudaron a todos a sentirnos más aliviados. También a los más pequeños les estuvieron narrando cuentos con valores y haciéndoles dibujar.
Al terminar las actividades de Educación se les repartió Chancay, y una bolsita que contenía golosinas y una bebida. Toda la actividad se desarrolló con armonía. En general fue maravilloso estar con los niños.
La sonrisa de los niños, la mayor recompensa
En suma, todo este servicio fueron momentos de comunicación con aquellos hermanos que habían sufrido tanta desgracia y desde el fondo del corazón agradecimos al Señor la posibilidad de haber sido instrumentos para llevarles algún consuelo.
Finalmente, y siendo las 2:15 p.m. emprendimos el retorno, llegando al Centro Sai a las 6:10 p.m. Nos quedaba el deseo de haber querido hacer mucho más pero también el sentimiento del amor demostrado por todos los integrantes que participaron de la realización de este servicio.
Gracias Swami.
Este servicio se realizará quincenal mente. Este mes se llevará a cabo los días 15 y 29 teniendo como hora de partida las 7:00 a.m.