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Se ha demostrado ampliamente el poder de la mente sobre la materia. Experimentos sobre el agua han demostrado como es que las palabras positivas: gracias, amor, las oraciones a Dios, la meditación forman cristales bellísimos en el agua; en cambio cuando nos quejamos, manifestamos nuestros temores, ira, cólera, ansiedad; los cristales que se forman son patéticos. Efectivamente, en la historia de la humanidad hay ejemplos de que hombres santos en oración han logrado prodigios en el control de los fenómenos naturales. Un metereólogo cristiano de televisión ha encontrado que hay cerca de 1,400 referencias a la terminología climática en la Biblia muchas de las cuales atribuyen todos los fenómenos del tiempo a la mano de Dios. (ver Job 37:1-13; Num.11,1; Mat.5:45) Dios no dejó el control diario de su creación, sino estableció leyes físicas para gobernar las fuerzas de la naturaleza, que operan continuamente de acuerdo con su soberana Voluntad. Es precisamente la Voluntad un atributo de Dios y en la medida que el hombre la usa concientemente establece una conexión intima con su esencia Divina generando un clima de armonía en su entorno que es capaz hasta de enderezar el eje de la tierra. Se trata de tomar conciencia de que somos una emanación divina. Dios mismo en nosotros; de ahí mi recomendación a meditar hacer oración en grupo para cambiar la tendencia a desastres y crear un clima de paz y armonía universal. “La fe para vencer” Estaré en Ica 22 y 23 de Noviembre, en Piura el 8 y 9 de Diciembre y en Arequipa a partir del 15 de diciembre, en estos lugares realizaremos conferencias de Sanidad y Prosperidad.